Síntomas

03.11.2013 19:49

Esta enfermedad tiene formas muy variadas de manifestación, lo cual comienza cuando las células leucémicas, que viajan por todo el cuerpo, llegan a cierto número y lugares. Los síntomas siempre dependen del grado de avance en que se encuentre el proceso.

Los síntomas más comunes son la fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos, distintos tipos de infecciones recurrentes, anemia (bajo recuento de glóbulos rojos), aparición de hematomas, hemorragias, palidez, cansancio, dificultades para respirar, dolor de huesos y articulaciones, falta de apetito, falta de equilibrio, visión anormal, dolor abdominal, inflamación y/o sangrado de las encías, entre otros.

Cuando el cerebro está afectado surgen dolores de cabeza, vómitos, confusiones, pérdida de control de los músculos o convulsiones. Puede afectar también el tubo digestivo, los riñones, los pulmones, el corazón o los testículos. Otras señales pueden ser la presencia de adenopatías o hepato y/o esplenomegalia.

Muchas veces se ve comprometido el sistema nervioso central, presentando signos difusos y centrales, y también pueden verse afectados los pares craneales.

 

Síntomas más frecuentes

  • Anemia: ocurre cuando los glóbulos rojos normales no pueden reproducirse debido a la superpoblación de células leucémicas que rodean el espacio de la médula ósea, lo que es posible ver al hacer un conteo, pues estos están debajo de lo normal. Esto provoca dificultades en el transporte de oxígeno a la sangre, palidez, cansancio, y agitación.
     
  • Hemorragias y hematomas: ocurren por la falla en la producción y desarrollo de las plaquetas.

 

  • Fiebre e infecciones: aunque muchas veces el conteo de glóbulos blancos es normal, estas células pueden ser inmaduras, por lo que no son capaces de combatir las infecciones. También sucede por la neutropenia (bajo conteo glóbulos blancos).

 

  • Dolores óseos y articulares: se debe a la presencia de células leucémicas en la médula.

 

  • Dolor abdominal: las células leucémicas a veces se acumulan en los distintos órganos, como el hígado, riñones, bazo o intestinos, causando su ensanchamiento. Como consecuencia, hay pérdida del apetito y peso.

 

  • Nódulos o ganglios inflamados: estos órganos o glándulas filtran la sangre, y muchas veces las células leucémicas se acumulan en ellos, provocando su inflamación.  Esto puede suceder debajo de los brazos, en la ingle, el pecho y el cuello.

 

  • Dificultad respiratoria o disnea: sucede cuando las células se acumulan en una glándula ubicada debajo del hueso del pecho, alrededor de la garganta, provocando mucho dolor. Es muy frecuente en las LLA de células T.

 

  • Petequia: aparición de diminutos puntos rojos debajo de la piel debido a pequeñas hemorragias internas. También se lo llama síndrome purpúrico al ser asociado a la trombocitopenia.

 

 

Particularidades a tener en cuenta:

  • Leucemia crónica: puede ocurrir que la persona afectada no presente síntomas y suele descubrirse la enfermedad a través de análisis de rutina.
  • Leucemia linfoblástica aguda: los signos y síntomas reflejan el grado de compromiso de la médula ósea y su extensión extra medular.